Concurso: Mi historia de cenicienta.

Estoy segura que todas hemos visto la película de Cenicienta, incluso me atrevería a decir que todas la hemos visto más de una vez.
La verdad es que hay veces que enciendo la tele o veo la cartelera de cine y me da un poco de nostalgia; no digo que las series de ahora no sean buenas o las películas infantiles, pero ahora las películas las protagonizan monstruos verdes, naves espaciales, animadoras de institutos americanos...
¿Y dónde están los caballos, los príncipes, los castillos, las brujas...?


Bueno y si hay que echarle la culpa a alguien de que yo me ponga nostálgica se la echo a zapatos.org .


Que nos propone un concurso muy divertido y sobre todo me hace revivir mi época Disney.
Se trata de escribir tu propio relato de Cenicienta y nos da la oportunidad de ganar unos preciosos zapatos. 

Así que ahí va mi historia:

Entró en la inmensa sala sin pensarlo, paso firme, retocaba su pelo al ritmo que sus tacones chocaban contra el mármol, cada paso una mirada, deslizó suavemente el brazo, no hicieron falta palabras él la entendió y posó una copa en su mano, media vuelta y sin mediar palabra va desapareciendo entre la masa; el ritmo ya no era el mismo, sus tacones no castigaban el mármol de la misma forma.
La fiesta continuaba, la gente bailaba, bebía, se divertían... ¿todos?
Al final de la sala un ventanal enorme arropaba a un caballero, se veía exhausto, su camisa no estaba impecable, sus zapatos estaban manchados, su pelo ya no era perfecto...
Se fue consumiendo la noche, se fue despejando la sala, y cada vez la cara del joven caballero mostraba mas angustia.
- Me enamoré de su ritmo.
-¿Qué ritmo hermano?
- El ritmo con el que taconeaba el mármol, paso a paso..
-¿Una mujer?
-No, un sonido.
-¿Te has enamorado de un sonido?
-Del sonido de sus zapatos.
-Entonces... ¿hermano, te enamoraste de unos zapatos?
-No hermano, del sonido que provocaba al andar con sus zapatos.
-¿Y quien es ella?
-Nunca lo sabré.
- No seas derrotista, volverás a oír el sonido y entonces la encontrarás.
-No volveré a oírlo mas allá de en mi memoria.
- Y a que se debe?
-Su ritmo se rompió, cuando perdió su zapato...
Mostró su mano y ahí estaba el zapato TIRION maquillaje rosa Talla 38
- Eso es perfecto, volverá a por el
-No, ella no lo necesita, ella marca el ritmo hasta con sus talones desnudos...

FIN

¿Qué os ha parecido?


Me encantan las historias con un final que nos haga reflexionar...


Y mi reflexión sobre esta historia es:


Que nada hace especial a una mujer, es una mujer la que hace especial cualquier cosa.

Muchos besitos y recordad si queréis participar el plazo se acaba el día 3 de Junio.


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